sábado


El pasado permanece, el presente aún no llega
En un rincón olvidado de Madrid, se encuentra la Residencia de Estudiantes, cuna de los grandes pensadores españoles. Federico García Lorca, Dalí o Buñuel son algunos de los personajes ilustres que vivieron en este lugar. Para conmemorar sus 100 años de historia se recrea durante estos días una exposición que alberga obras y vivencias de los grandes intelectos que han pasado por allí.
El Museo de León, en colaboración con Acción Cultural Española y la Fundación Francisco Giner de los Ríos ha organizado una exposición fotográfica, documental y argumentativa sobre la Residencia de Estudiantes con motivo de la celebración de su centenario. Esta exposición permanecerá hasta el día 27 de octubre.


FEn el interior, el visitante  revivirá la historia que guardan sus paredes y su emblemático jardín. La exposición hace un recorrido a través de los cien años de su intrínseca historia, que abarca desde sus inicios en 1910 hasta 1939, para acabar mostrándonosla tal y como es en la actualidad.
   
Además, podrá acceder, consultar y ver materiales inéditos y visualizar dos documentales: Hablaremos de esto dentro de cien años”, guión de Juan Pérez de Ayala, música de Juan Manuel Artero y dirección de Rafael Zarza y “Cien años de la Residencia de Estudiantes”.  producción de StoryBoard S. L., con Jorge Martínez Reverte como productor ejecutivo, en coproducción con RTVE, la Residencia de Estudiantes y con la colaboración de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC).


Residencia de Estudiantes
Intelectuales como: Juan Ramón Jiménez, Unamuno, Moreno Villa, Dalí, García Lorca o Severo Ochoa entre otros, han habitado la Residencia de Estudiantes. Gracias a ellos, el lugar se convirtió en un espacio dedicado al conocimiento y a la universalización del pensamiento y la cultura. A través de esta exposición hemos podido adentrarnos y conocer más sobre ellos.

En las imágenes expuestas y junto al contenido que las acompaña, recreamos  el hábitat que predominaba, la responsabilidad personal, el trabajo, el culto por la amistad y el ocio creativo que impregnaba el ambiente que llego a proyectarse en la sociedad y que hoy día forma parte de nuestro legado cultural.
 Aquel ambiente quedó atrás en la historia y actualmente, los pasillos que acogieron tan grandes mentes, se encuentran vacios y apenas concurridos por  residentes. Tan sólo una recepcionista, el sonido del aire que zarandean los arboles y los pequeños chasquidos que provocan las hojas al caer, son los encargados de darte la bienvenida a este lugar.

El espíritu de la residencia queda reflejado en las líneas que Federico que escribió a sus padres durante su estancia en la misma: “Queridísimos padres: heme aquí hecho un gran trabajador hasta el punto que no salgo de la residencia sino lo preciso, lee que te lee, y cuanto más leo más alegría me entra y más ganas de hacer cosas nuevas. Ahora es cuando plenamente me siento bien, perfectamente bien.” (6 de abril de 1920)

Para finalizar esta peculiar visita, paseamos por los silenciosos jardines que rodean el edificio bajo la mirada del único de los supervivientes que se ha mantenido y que guarda los secretos más íntimos de aquellos que estuvieron y de los que aún no se han ido, este fiel amigo es conocido por todos como eucalipto.

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